La Musica, Alimento del Alma

11 sept 2010

Liberación espiritual… Expresión del Arte

Por: Samuel Marin Villa
¿Quién quisiera sentir el abrazo frio y penetrante de la soledad?, ¿Quién quisiera acobijarse entre las sabanas de la nada, acurrucado en el rincón más polvoso del silencio?, Seguramente no existe persona capaz de soportar esa temible sumisión en la que la nada y el silencio componen una sinfonía que envuelve de soledad cada sentido del cuerpo. Pero pensáis, ¿Qué pasaría si algún día por azares del destino, toda clase de compañía se evapora, se extingue, y lo único que queda alrededor es la noche, las estrellas, la naturaleza, la luna, el silencio y un baile compuesto por el caminar de personas que como si fueran fantasmas se pasea por todos lados sin darse cuenta o sin notar la presencia de su ser? Seguramente ni aunque sean un mar de personas las que estén a su alrededor sentirían su compañía, nadie los miraría, nadie los comprendería. Así que solo quedaría la opción de acobijarse entre las paredes de concreto que enmarcan el perímetro de su habitación, esperando su única esperanza para no sentirse solos, la única doncella surrealista capaz de otorgarles nuevamente ese aliento de compañía que por naturaleza el ser humano necesita, lo único que quedaría por hacer es cerrar los ojos y escuchar aquella voz, aquel canto de misericordia que les tiende la mano para sacarlos de su soledad, solo quedaría dejarse tomar por los brazos de la esquizofrenia.

Personajes
•    Joven: Ser humano de joven edad que padece de esquizofrenia.
•    Nuit Démence: Ente femenino que representa la voz de la demencia.
•    Consumĕre: Ente masculino que representa a la sociedad contemporánea (consumista, convencional y estereotipada).
•    Natur: Ente femenino que representa la personificación de la madre naturaleza.

ACTO I
(Naufragando en la demencia)
Nos encontramos bajo la cobija de una habitación desordenada, una habitación por la cual el tiempo pasó sin dar tregua alguna, donde la nada está presente, aquí, el polvo y las telarañas decoran la soledad que impregnada en el viento acaricia cada rincón demacrado del alma de esta habitación. En una esquina, un joven de escasa edad, con un ropaje maltrecho, un aroma de melancolía y síntomas de depresión mantiene una peculiar conversación con ente de origen desconocido.
  • Joven: (Exaltado), ¿Qué diablos es esto?, ¿Qué es lo que se supone que tengo que hacer en esta vida?, ¿Por qué estoy aquí?
  • Nuit Démence: ¿Te das cuentas de lo que preguntas?, mírate, no tienes idea alguna de lo que en realidad representa el hecho de vivir y te preguntas que es lo que haces en esta vida, si no sabes ni siquiera lo que es la vida.
  • Joven: ¡Cállate! Te la pasas todo el tiempo  hablando, taladras mis sentidos con el registro tan alto de tu voz, no me dejas solo ni por un momento, y solo haces más difícil poder sobrellevar esta mísera existencia que me ha tocado de por vida.
  • Nuit Démence: Insisto, no hables acerca de la vida, y tampoco de la existencia si realmente no tienes ninguna especie de idea de lo que estos dos términos representan, no estás en condiciones para hacerlo, y en cuanto a mi voz, no se trata de que decida yo callarme o no, sino, de que tú decidas escucharme o no.
  • Joven: Te expresas como si hubiera algo detrás de todo esto, algo que conspira a contra mía, algo que se manifiesta sobre este mundo como un enemigo más a mi existencia.
  • Nuit Démence: Nada está en tu contra mas que tú mismo, todo el daño que nace, todo el daño del que tú hablas no es más que una expresión de tu mente sobre tu cuerpo.
  • Joven: ¡Cállate por favor!, Cada palabra que pronuncias me confunde más, no eres clara al expresarte, solo acomodas las palabras en orden de intelecto pero al final no dices nada.
  • Nuit Démence: (con una risa forzada en el rostro) insisto nuevamente, tú crees o mejor dicho tú has llegado a sentir molestia por mi presencia y por lo que he dicho, pero pregúntale a tu interior, si realmente soy yo una presencia y si realmente has escuchado lo que he dicho. Veras que sorpresa te llevas.
  • Joven: ¿Qué quieres decir, que todo lo que has dicho no son más que oraciones que se nutren de las propias entrañas de mi mente?
  • Nuit Démence: Tratas de manejar el concepto y la idea, y acepto que la acaricias pero no alcanzas a comprenderlo del todo, pues no estás en las condiciones para hacerlo.
  • Joven: Estas aquí conmigo día y noche, no te alejas de mi ni por un instante, ¿De qué se trata?, ¿Acaso eres como una ángel de la guarda para mí?, o quizás sea lo opuesto, creo que tratas de que sea yo el que te proteja a ti.
  • Nuit Démence: Jajajaja, Por favor, yo no corro ningún riesgo, y en caso de que tu lo corrieras no tengo ni la más mínima intención de protegerte, pero dime, ¿Estás seguro de que realmente estoy yo aquí contigo?, ¿Cómo podrías tu asegurar mi presencia, y peor aún, cómo interpretas las oraciones que escuchas salir de mi?
  • Joven: ¿Pero de que hablas?, puedo oírte, te observo como caminas a paso lento alrededor de mi estancia, puedo apreciar tus gestos, que mas quieres de prueba, ó lo que me intriga, ¿por qué me preguntas eso?
  • Nuit Démence: Lo hago porque se manifiesta en mí la curiosidad al oírte hablar, expresándote como si todo lo tuvieras en las manos, como si todo lo que ves fuera todo lo que existe, pero las cosas son más complicadas déjame decirte, la realidad es otra, algo que tú no has comprendido y quizás por eso estas en ese estado.
  • Joven: Pero de qué diablos estás hablando, porque si recordamos, no sé ni quién eres, solo sé que estas aquí conmigo pero no sé quién eres, y ni siquiera recuerdo el momento en el que llegaste, por eso me desespero, por eso no se qué diablos hago aquí, lo que hay a mi alrededor no tiene ninguna explicación coherente.
  • Nuit Démence: Es exactamente eso de lo que te hablo. Durante todos estos años, tú y todas las personas han querido siempre dar explicaciones a todo lo que ven y dejan a un lado, en lo inexistente, lo que no ven, pero el tiempo se los cobra caro, nada más mírate a ti.
  • Joven: (con tristeza y desesperación) ¿pero qué es lo que me pasa a mí?, ¿qué es lo que dices?, comienzas a asustarme y lo peor de todo es que cada vez me siento más envuelto dentro de esta desesperación e impotencia de no poderme dar una explicación a mi mismo de que es lo que está ocurriendo.
  • Nuit Démence: (con un suave gesto de inspiración), Mira, no todo en esta vida necesita de explicaciones, ese ha sido un gran error entre la humanidad, y cada reacción que yo ocasione en ti no es más que, como ya te lo dije, una expresión de tu mente sobre tu cuerpo.
  • Joven: Pero es que escúchate, solo me confundes mas con tus versos, mi cuerpo tiembla, tengo frio, y tu voz cada que hablas me taladra la cabeza al grado de agudizar mas este dolor. Dime quien eres y por favor ya desparece de mi vista.
  • Nuit Démence: ya te lo he dicho, no pidas explicación a todo, tuviste que haber solo vivido la vida y dejarte de preocupar por explicar el por qué de cada cosa. Y ya te he dicho quien soy, no con la oración correcta pero ya te lo he dicho, soy solo una expresión de tu mente sobre tu cuerpo, eso es todo.
  • Joven: ¿Qué quieres decir con eso?, ¿que no existes?, ¿acaso solo eres tu una alucinación que se ha manifestado en esta habitación tan demacrada?
  • Nuit Démence: Respondería que si a tu pregunta pues es esa la repuesta, pero no creo que estés en condiciones de asimilarlo, y efectivamente, soy parte de esa habitación demacrada de la que hablas, pero esa habitación no son estas cuatro paredes, sino tu mente.
  • Joven: (con un rostro de incredibilidad), por favor escúchate, ¿Estás insinuando que la demencia se ha apoderado de mi salud y carcomido cada fibra de mi mente?
  • Nuit Démence: Demencia… esa palabra es poesía pura para mis oídos, me acobija cual nombre de resguardo, me protege y me describe.
  • Joven: (con mucho nerviosismo), No te creo, solo juegas conmigo, aprovechándote de mi salud que en estos últimos meses se ha venido deteriorando, te aprovechas de que la desesperación me abraza. Eso es, solo juegas conmigo.
  • Nuit Démence: No lo veas de ese modo, Pues yo no pienso hacerte daño, es más, yo se que en ti hay preguntas muy importantes a las cuales yo les puedo dar respuesta. Y si no me crees, solo cierra tus ojos, abre tu alma y dime si realmente estoy aquí.
  • Joven: (Con la piel helada y temblando): Esto es muy complicado, mi cabeza está por estallar, mi corazón se acelera, y en verdad, cierro los ojos y no siento tu presencia, y tu imagen cada vez se torna más bizarra. Mi vista se nubla, creo que estoy muriendo.
  • Nuit Démence: No hables de la muerte, pero al final es un proceso por el cual todo ser humano debe pasar, y yo no sé decirte que tan cerca o que tan lejos pueda estar la muerte de ti, pero si puedo expresarte la idea de que no os preocupéis por eso.
  • Joven: (incrédulo aun), No, esto no está pasando, debe ser solo un sueño, no es posible que tu, esa mujer sombría con la que he estado platicando solo sea una imagen recreada en mi mente contra mi voluntad, y que al final de todo, tus palabras solo son palabras mías, que mi mente me está dictando, no esto no es cierto, no, no puede pasar.
De repente, el joven se altera demasiado, comienza a temblar más de lo normal, pareciera como si se estuviera convulsionando, su mirada esta ida, pero de la nada, se levanta se dirige lentamente hacia la puerta, la abre, y con un suspiro en el tiempo sale corriendo con las fuerzas que aún le quedan mientras el ente desconocido personificado como una mujer solo lo observa, con una mirada que expresa compasión pero a la vez se mantiene serena, muy fría, solo observando el correr del joven.
ACTO II
(Una Sociedad Convencional, estereotipada y consumista)
El joven corre, corre lejos de la habitación llena de polvo en la que se encontraba, trata de alejar, dejar atrás todo lo ocurrido, trata de dejar atrás incluso hasta su vida. Sigue corriendo y se adentra en las calles de una ciudad, una ciudad circulada por un mar de gente, pero hay algo raro en esa gente, cada persona camina cual ente hipnotizado. No hay duda, en sus mentes solo se concibe la idea de consumir, de consumir lo que la sociedad, ellos mismos, han establecido como correcto. Una sociedad convencional y consumista. Todos caminan por las calles sin darse cuenta del joven que todo maltrecho camina junto a ellos. De repente una persona, un señor con elegante vestimenta, representante de esta sociedad convencional y consumista se postra frente a él y comienza a conversar.
  • Consumĕre: (Risueño) Estimado joven, venga usted con migo, yo le puedo ayudar a solucionar cada uno de sus problemas.
  • Joven: (Sorprendido) Y usted que sabe de mis problemas, ni si quiera creo que usted sepa realmente lo que es un problema.
  • Consumĕre: Créame joven, yo le puedo ayudar, no se haga del rogar, hoy en día la humanidad solo tiene un problema, la necesidad de dinero para gastar y estar al margen de lo contemporáneo.
  • Joven: A mí no me interesa nada de lo que usted pueda llegar a ofrecer en estos momentos, usted no tiene idea de lo que realmente me está pasando.
  • Consumĕre: Estimado Joven, le insisto venga con migo y créame que todos sus problemas desaparecerán. Podemos cambiar esa ropa maltrecha que trae por lo mejor, por el último grito de la moda.
  • Joven: (un tono molesto) Cállese por favor, no estoy para este tipo de conversaciones, usted realmente no tiene nada que ofrecer, nada que dar para poder cambiar el estatus social y de salud en el que yo me encuentro.
  • Consumĕre: Por favor joven, seamos sinceros con nosotros mismos, hoy en día, las personas solo piensan en gastar, en estar dentro del estamento convenido, y yo se que usted también lo desea, y yo puedo llevarlos hasta las cumbres de dicho estamento.
  • Joven: Hmm, no puedo digerir lo que está pasando, nada fluye con normalidad, todo es tan cambiante, y la gente de la que usted habla, sinceramente no recuerdo si alguna vez fui parte de ellos.
  • Consumĕre: Usted no se preocupe más, yo tengo la solución para que usted llegue a los estándares más importantes de esta sociedad, solo confíe en mi y puedo hacer que su vida sea algo grato de vivir.
  • Joven: (consternado) Si realmente quiere ayudarme puede empezar diciéndome que es en si la vida, que es ese pequeño instante del tiempo en el que nosotros nos manifestamos por medio de existencia.
  • Consumĕre: Usted no se preocupe por eso, la vida esta y ya, eso es todo, mejor piense de que manera puede hacer su vida más alegre, y yo tengo la respuesta a esa pregunta.
  • Joven: Usted lo único que quiere es hacer mas y mas dinero, lo único que le importa es incrementar mas su economía, pero detrás de todo usted no es más que un consumista más.
  • Consumĕre: (Un tono molesto) No me venga con clases de moral, acepte que usted quiere estar dentro de esa esfera que el ser humano ha llamado sociedad, usted quiere sentirse parte de ellos, y yo lo único que estoy haciendo es ayudarlo a forma parte del medio.
  • Joven: Yo ahora soy testigo de que no estoy en condiciones de asimilar lo que está pasando, pero realmente no reconozco nada de lo que usted me está diciendo, me habla de otro mundo, de otra existencia.
  • Consumĕre: Por favor joven, el mundo gira alrededor de lo convenido, de los estereotipos morales que el ser humano común y corriente con el paso del tiempo ha venido estableciendo, nada camina fuera de ello, y usted quizás no pase por su mejor momento, pero créame, yo lo puedo introducir en el mundo más aclamado de esta sociedad.
  • Joven: No me importa el eje en el que gira la vida, yo lo único que quiero saber es qué es la vida en sí, y por qué me ha tocado esta vida que yo llevo. Si usted me quiere ayudar solo respóndame esa pregunta, es lo único que necesito.
  • Consumĕre: Pierde su tiempo pensando en eso, mejor solo déjese llevar por la corriente social que hoy se manifiesta, porque créame, si sigue por la vida filosofando lo que es la vida solo conocerá la soledad, pues la humanidad de hoy solo viene a este mundo a consumir lo establecido, a formar parte de un todo, y quizás sea ese el destino de usted, y por no seguirlo, vive como vive.
  • Joven: A pesar de todo, a pesar de que ya no confío para nada en lo que ocurre en mi cabeza, debo aceptar que he comprendido el por qué la humanidad se ha dejado arrastrar por ese “todo” del que usted habla. Los estereotipos ya establecidos tienen mucha palabra de convencimiento para esclavizar a la sociedad.
  • Consumĕre: Solo relájese, que su única preocupación sea estar al margen de la sociedad, formar parte de ella, solo deje que la corriente lo lleve de la mano hasta los status más importantes de este medio que es la vida.
  • Joven: (Un tono molesto) ¡No!, es que usted no comprende, yo lo único que quiero para  poder estar bien es que a mi mente llegue la explicación de qué representa la vida, quién nos puso aquí.
  • Consumĕre: Sigue usted con lo mismo joven, ya se lo he dicho, si sigue con eso solo habrá soledad, solo habrá melancolía y desesperación a su alrededor, no hallará nunca la paz.
  • Joven: y que se supone que es la paz, ¿acaso creen ustedes, los pertenecientes al rebaño que lo que los hace desenvolverse es la paz?, ¿acaso creen que pertenecer a un grupo social ya es estar en paz?
  • Consumĕre: Se quiera o no, el hombre necesita siempre formar parte de una sociedad, por eso, con el paso del tiempo la ha venido forjando, ha venido estableciendo lo que le conviene y lo que no, así que el estar dentro de lo ya forjado lo hace estar en paz.
  • Joven: Yo toda mi vida he querido poder contar con alguien, poder escuchar y ayudar a una segunda persona que confíe en mí y de igual manera yo hablar y pedir ayuda a esa persona.
  • Consumĕre: ¡Ahí esta! Ha aceptado que quiere formar parte de las normas que rigen nuestra sociedad, solo es cuestión de que se deje ayudar por mi y pronto será usted uno más de la humanidad.
  • Joven: (con una pequeña risa en el rostro) cállese y ya no me haga reír, realmente me da lástima él como el ser humano no ha luchado por sobresalir y dejar atrás el rebaño, de hecho, ha hecho todo lo contrario, cada vez se hunde mas en el medio con tal de sentirse aceptado.
  • Consumĕre: Pero tan solo mírese usted mismo, usted que de alguna manera por razones que desconozco no sigue la corriente que fluye a través del medio, mírese, ¿a caso me va usted a decir que así es feliz? Claro que no, así que dígame ahora, ¿en verdad no quiere estar dentro de la esfera que envuelve nuestra sociedad?
  • Joven: Yo detesto la soledad que me abraza, y efectivamente, no conozco la felicidad, parece ser que padezco de una enfermedad en mi memoria y en mi razonamiento que me impide digerir el devenir de la vida.
  • Consumĕre: Bien, parece ser que nos hemos entendido, entonces qué, ¿va a dejar que yo lo lance hacia la cumbre de la sociedad?, ¿va a dejarse ayudar por mí para que alcance ese status social que tanto anhela?
  • Joven: Para nada, no es eso lo que quiero, agradecería la ayuda que me ofrece, pero ni siquiera eso siento, agradecimiento, así que le aconsejo que no pierda mas su tiempo y siga su camino, estereotipando al ser humano, robándole la vida.
  • Consumĕre: (con furia en el rostro), pues entonces viva en su soledad, viva en su desgracia, viva en su miseria. Nadie lo apoyará, nadie lo entenderá, vivirá por siempre solo, mientras tanto nosotros, los fieles de lo convenido viviremos siempre juntos los unos para los otros.
  • Joven: No se equivoque señor, como ya lo he dicho, acepto la desgracia que me asecha, acepto la miseria en la que vivo, pero si de algo estoy seguro, es de que ni la peor de las desgracias ni la peor de las miserias son tan desagradables como el ser un borrego mas del rebaño que sigue lo que una bola de inútiles a través del tiempo impusieron.
  • Consumĕre: (Enojado y lleno de ira) Tuviste la oportunidad, ahora la soledad será tu castigo, nadie te comprenderá., créemelo.
Lleno de ira y molestia, el señor, representante de la sociedad estereotipada, convencional y consumista se retira de la escena mientras el joven solo lo mira partir con una mirada escéptica y a la vez compasiva.
ACTO III
(El abrazo de la madre Naturaleza)
El joven aun consternado por el estado de salud que lo asechaba siguió caminando, alejándose de la ciudad en introduciéndose en un lugar un poco extraño, un lugar lejano a lo pensable, a lo habitable. Había paredes, paredes que rodeaban un terreno amplio de zonas verdes, todo estaba en ruinas, no había más que vegetación por todos lados, trepando por cada una de las paredes dejando su marca en ellas. No había duda, era un lugar en el que la naturaleza reclamó al hombre lo que le pertenecía a ella y lo arrastro hasta sacarlo de ahí y recuperar el terreno que era suyo. Entre los pequeños cuartos que aun formaban esas paredes en ruinas se alcanzaba a apreciar la silueta de una dama, piel morena, reluciente como el sol, pureza y paz lo que esta dama irradiaba. Y el joven, consternado e inspirado por esa magia tan pulcra se acerco a ella y dijo.
  • Joven: (Sorprendido) ¿Quién es usted?
  • Natur: (En un estado de elevación) Soy el viento que acaricia tu mirada y lo baña con las lagrimas pulcras de la esperanza.
  • Joven: No se por qué, pero en el momento en el que te vi sentí un abrazo de paz, de calma y tranquilidad, como si todo lo que me asecha se evaporara por un instante.
  • Natur: Quizás sea porque una de las razones de mi existencia es esa, brindarle la paz y el amor al ser humano. Pero no os confíes, pues detrás de toda paz se encuentra una gran tormenta.
  • Joven: Tal vez lo entienda, pero en estos momentos me asecha la demencia, necesito ayuda, y cuanto te vi, todo se curó aunque sea por un momento.
  • Natur: La demencia solo es un abrigo el cual la mente humana busca para escapar de la realidad, solo que el ser humano no es consciente de cuando su mente actúa por sí sola.
  • Joven: (Consternado y desesperado) Pero que hay de esta desesperación que siento, que hay de todo lo que me pasa, ¿por qué me tiene que pasar esto a mi?
  • Natur: Ten calma, las cosas siempre pasan por algo, y el mal que tú crees que tienes al final te reserva un estado de paz totalmente sublime y fuera de toda calma mundana.
  • Joven: Tal vez así sea, pero el dolor que hoy siento, la locura que me abraza, todo esto es algo insoportable para mí.
  • Natur: Lo entiendo, pero mira bien las cosas, pues créeme que la humanidad esta aun más mal de lo que tú crees que estas.
  • Joven: ¿De qué hablas exactamente, qué es lo que quieres decir?
  • Natur: Observa el mundo, mira como se mueve, hoy la humanidad camina solo al paso de una sola corriente, solo pensando en cumplir las expectativas de alguien más y al final solo critican el mismo medio que los envuelve.
  • Joven: Creo que he sido testigo de eso, incluso me han tratado de convencer para ser parte de ellos, y acepto que por un instante fui tentando por las circunstancias que se me ofertaban.
  • Natur: Así es el hombre de hoy, solo quiere que todo gire a su alrededor, cree ser el centro de la existencia y cree que todo es para él, así es como ha destruido gran parte de su propio planeta, destruyéndose el mismo con cada acto que realiza.
  • Joven: Soy un hombre, y sé que esto me hace formar parte de toda esa ola de autodestrucción que ha venido asesinando a la naturaleza.
  • Natur: El ser humano a pesar de todo el mal que se ha hecho, también guarda en su interior la fuerza para hacer el bien, en su interior también reside el amor hacia la naturaleza. Por eso mismo yo sé que no todo ser humano es culpable.
  • Joven: Entonces el ser humano puede salvarse el mismo, de ser así, ¿por qué no lo hace?
  • Natur: El ser humano ha sido envenenado por movimientos mercadotécnicos que lamentablemente el mismo creó, todo hecho a base de resentimiento, tal es el caso de la religión.
  • Joven: (Levemente sorprendido) ¿Pero no es la religión un medio que conduce hacia el perdón de dios, un medio que nos lleva hacia la paz?
  • Natur: Si te das cuenta, la religión solo es un medio creado por el hombre para beneficio de sí mismo, ocupando como escusa el nombre de un dios para que así el resto de la humanidad pueda ser condenado y castigado por no cumplir el capricho de dicho medio.
  • Joven: (Un poco asustado) Tus palabras son clave y hacen eco en mi interior, y a pesar de mi estado, soy testigo visible de todo lo que me has dicho, pero, ¿No serás tú, una alucinación mía?
  • Natur: Estoy dentro de ti, eso es un hecho, pero no soy yo una alucinación, yo soy la naturaleza, soy la lluvia, soy los ríos, el mar, las aves que cantan, los animales que cazan, soy en si el hogar que le fue concedido al ser humano. Y hoy me he postrado aquí, frente a ti, por medio de tu mente que se debilita.
  • Joven: Y ¿Cuál es la función principal por la que te has postrado frente a mí?, ¿Vienes a ayudarme?
  • Natur: Lo que realmente quiero, es mostrarte como el mundo se ha ido degenerando, como el hombre ha venido acabando con todo este hogar que se le ha ofrecido.
  • Joven: ¿Y por que he de ser yo el que te escuche, por qué me elegiste?
  • Natur: Realmente yo no te elegí, tú llegaste solo aquí a mí, de manera inconsciente sabias que estaba yo aquí, pero no, yo no te llame.
  • Joven: (Afligido) No entiendo lo que pasa, cada vez voy perdiendo mas la razón de todo lo que ocurre, ¿por qué, por qué esto a mi?
  • Natur: No os preocupéis, la demencia de la que hablas, esa enfermedad que te carcome tal como tú lo sientes solo es un soplido de esperanza, un conducto hacia la liberación de tu espíritu.
  • Joven: ¿Cuál es esa liberación espiritual de la que tú hablas?, me llenas de paz, pero no quiero vivirla no solo sentirla.
  • Natur: Solo dejan que las cosas fluyan y llegaras a todas tus respuestas. Ama la naturaleza y yo te amare a ti, cuida del hogar que se te ha ofrecido y deja que la brisa del viento acaricie tu alma y el mismo viento te conducirá hacia la liberación ya mencionada.
  • Joven: La siento, siento esa calma, pero dígame, ¿cómo he yo de ayudar a la naturaleza si soy yo solo contra el mundo entero?
  • Natur: No os preocupéis por eso, como ya lo he mencionado, solo déjate llevar por el viento, deja que la paz se penetre en tu alma, no destruyas el planeta, no te destruyas tu mismo, de lo demás, yo me encargo.
  • Joven: Pero dígame, ¿qué he hecho yo para merecer tu perdón?, si es que acaso me estas perdonado a mi del daño que se le ha hecho al planeta.
  • Natur: Como ya te lo he dicho, la demencia de la que hablas, al final solo es un perdón como tú lo llamas, es una alternativa que la vida le regala al hombre. Además de que te negaste a ser tentado por el hombre convencional y consumista que te ofreció de todo para ayudarte.
  • Joven: (estupefacto) No lo entiendo, si la demencia es una esperanza, ¿Qué hay de todo este dolor?
  • Natur: El dolor es el lenguaje del alma, es un sentimiento que hace al ser humano sentirse vivo. Ningún ser humano lo desea, a nadie le es grato, pero si alcanzas a abstraer toda la expresión que hay en él veras que te puedes conectar con tu alma y hacer de ti, alguien mejor.
  • Joven: Es acaso el dolor ¿El precio para poder estar en calma con tu alma?, ¿hay que presenciarlo para poder conectarte con tu alma?
  • Natur: No, nada de eso, cada que sientes dolor es porque tu alma te está hablando, es porque hay algo que tienes saber. No es un precio, es un lenguaje.
  • Joven: Me confunde, ¿Cómo es que algo que no gusta para nada puede ser un lenguaje de manera prodigiosa, pues así lo describes, y no una maldición?
  • Natur: Yo sé que es difícil de entender pues no es algo que lo sientas, para comprender las cosas hay que sentirlas, y sé que el dolor no es algo grato cuando lo presencias, pero tu solo deja que fluya y que este se haga palpable y visible a través del arte, cuando lo veas así, veras que todo lo que te he dicho empezará a tomar coherencia.
  • Joven: Me inspiraras confianza y aunque lo quisiera creo que no puedo dudar de ti, ni siquiera he dudado si en verdad estas aquí o si solo eres parte de mi mente como ya me pasó anteriormente.
  • Natur: Aunque tu mente este saludablemente en mal estado no dejes que tu alma perezca, aliméntala con belleza, aliméntala con la belleza de la naturaleza. Deja que tu corazón camine entre los valles de la sinceridad y del aprecio por tu hogar el planeta, cuídalo, cuídame, pero para eso empieza por cuidarte a ti mismo.
  • Joven: Todo parecer ser una tarea muy difícil, pero estoy de acuerdo en emprenderla, pero no se cuanto me pueda costar.
  • Natur: Deja fluir el tiempo, las cosas, tal vez en tu paso por la vida has conocido la soledad y quizás la seguirás conociendo, quizás en épocas te asustes, pero no dejes de luchar, al final, tu espíritu te lo agradecerá y nada es mejor que eso.
  • Joven: y en este caso, ¿La soledad sí es un precio a pagar?, y de ser así ¿Por qué tiene que ser la soledad con lo que tenemos que pagar?
  • Natur: No es que sea un pago, pues no se trata de eso, pero la misma sociedad así lo estableció. Cuando el ser humano se desprende del rebaño se logra conectar con su alma, pero cuando no se desprende de su rebaño los sentimientos de egoísmo y envidia envenenan su cuerpo y espíritu. Es por eso que la soledad pareciera ser un precio a pagar, pero no es así.
  • Joven: Entiendo, pero mi demencia solo ha sido castigo, no ha sido otra cosa, ¿cómo debo proceder para poder ver las cosas tal como tú me la expresas?
  • Natur: Ya te lo he dicho, deja que las cosas fluyan, y si el dolor del alma es muy intenso, sácalo de ti a través del arte, pues a través del arte puedes sobrellevar la vida, tu existencia, y con el mismo arte alimentaras de belleza tu alma.
  • El sol comenzaba a ocultarse mientras el joven afligido y a la vez conmovido por aquella presencia femenina pensaba bien en lo que esta le había dicho, el silencio estaba presente decorando con su sinfonía la meditación del joven. De repente, la doncella representante de la naturaleza, la misma madre naturaleza personificada toco la frente del joven con su mano y con una mirada de gloria y beatificación lo beso en la frente y le dijo:
  • Natur: Ya no sufras mas, no quiero verte sufrir, sé que mis palabras te han desconcertado pero también sé que te han conmovido, sé que dentro de ti yace una fuerza sorprendente y que dentro de esa efímera demencia que te asecha puedes hacer el bien, puedes cuidar de ti, del mundo y también de mi. El mundo es muy inmenso, pero se trata de que cuides tu mundo, el que te rodea a ti y a nadie más. Al final nos volveremos a encontrar, pero para entonces será tu alma la que venga a mí y podamos existir bajo el manto de la eternidad.
  • Joven: (Con lagrimas en los ojos), No sé qué futuro me espere, pero luchare por todo lo que tú me has dicho y sé muy bien que todo lo que me has dicho al final me conducirá a mis respuestas.
De repente, la doncella comienza a alejarse, se pierde entre la naturaleza que rodeaba esas ruinas en las que se encontraban y la noche se dejaba caer, el manto estelar cubría todo el cielo, y en la cima, la luna llena gobernando su terreno. Mientras tanto, el joven sentía un sueño aletargado en su cuerpo y su conciencia por lo que decidió ir a casa para meditar y descansar.
ACTO IV
(La Vida y la Muerte… Lapsos Fragmentados del tiempo)
El joven, con una suave inspiración de alegría en su alma pero a la vez consternado, cansado y afligido regresa a la habitación de la que había huido. Todo lo que había experimentado en el transcurso del día lo mantenía pensativo; emocionado pero a la vez preocupado, de repente…
  • Nuit Démence: Buenas noches, ¿te divertiste?
  • Joven: (asustado y sorprendido) ¿Tú de nuevo, que demonios estás haciendo aquí nuevamente? ¿Creí que ya habías desaparecido?
  • Nuit Démence: ¿De verdad creíste que me iría?, Veo que no has aprendido mucho después de todo.
  • Joven: Te equivocas, a pesar de que muchas palabras quedaron flotando en mi cabeza, hoy he aprendido demasiado, más de lo que podéis imaginar.
  • Nuit Démence: Yo no imagino, yo no pienso, yo solo expreso a tu inconsciente, solo estoy aquí para decirte lo que tú ya sabes pero tú mismo te ocultas.
  • Joven: Vuelves nuevamente con lo mismo, ya veo, las cosas no cambian para nada en ti ¿verdad?
  • Nuit Démence: (suave risa) Valla, valla, deberías pensar más lo que dices pues deberías de oír lo estúpido que te oyes.
  • Joven: (un poco enojado), No me insultes, la verdad desearía que desaparecieras, por un momento llegué a pensar que me había curado de ti.
  • Nuit Démence: Hoy has sido bendecido por el aura de la sabiduría, hoy mucha información llegó a las puertas de tu alma, pero eso no quita el hecho de que con tus comentarios te oigas inútil.
  • Joven: Sigues insultándome, hoy me hicieron ver que la demencia es una alternativa, que debería apreciarla en vez de sentirme mal, pero tú qué dices ser la demencia solo dejas al descubierto que las cosas son totalmente diferentes a como me las hicieron ver el día de hoy.
  • Nuit Démence: efectivamente la demencia es una alternativa otorgada al ser humano para gozar en vida de la liberación espiritual, acariciarla aunque sea por un instante. Pero yo, yo no soy la demencia, yo solo soy un ente que tú misma mente ha forjado, soy la representación de ella, no la demencia.
  • Joven: Nuevamente siento ese dolor en mi cabeza que me hace sentir ganas de salir corriendo y lanzarme hacia el abismo. Tú provocas todo eso.
  • Nuit Démence: Dejemos a un lado los lamentos y déjame ir directo al grano, después de esto, quizás te liberes de esa carga que has tenido encima de ti estos últimos años.
  • Joven: (asustado y nervioso) ¿A qué te refieres con eso, qué es lo que quieres decir? trata de ser más clara por favor.
  • Nuit Démence: (Risa) Pero nada más mírate como te pones. Creo que sabes muy bien de lo que hablo, pues si no lo supieras no hubiera erigido esa reacción de tu interior.
  • Joven: (el nervio aumenta) Por favor, no juegues con migo y sea lo que sea que tengas que decir por favor dilo, no me hagas esto.
  • Nuit Démence: Ya te he dicho que yo solo soy un reflejo de tu mente, todo lo que creas que yo hago no es más que tu inconsciente, y todo lo que yo te tenga que decir en realidad ya lo sabes.
  • Joven: (Desesperado) ¡Cállate ya con eso por favor!, y dime que es a lo que te referías con eso de quitarme la carga que estos últimos años he llevado sobre mi espalda, que me liberaré es lo que dices, pero de que se trata por favor, dímelo.
  • Nuit Démence: (silencio… Risa) Solo piensa profundamente en todo lo que has vivido el día de hoy, piensa a fondo en cada palabra que hoy llego a tus oídos bañada en información.
  • Joven: Hoy he aprendido mucho, aprendí el cómo se desenvuelve la sociedad el día de hoy, aprendí que nuestro planeta de degenera y que nosotros podemos colaborar para que eso no suceda, e incluso aprendí que la demencia es una alternativa de categoría casi sublime que se le otorga al hombre para apreciar la liberación espiritual en vida.
  • Nuit Démence: Efectivamente, eso fue todo lo que aprendiste hoy a grandes rasgos, aunque la información que hoy recibiste es mucho más amplia que lo que me acabas de decir.
  • Joven: (interrumpiéndola) Como tú lo dijiste hace un rato, ve directamente al grano, o qué, ¿solo es eso lo que me querías hacer ver, que pensara en todo lo sucedido hoy?, lo dudo, sé que hay algo más.
  • Nuit Démence: (un poco molesta) Si, si hay más pero me interrumpiste antes de que terminara, así que guarda silencio y escucha. Hay un pequeño detalle del que no estás consciente, así que vamos, piensa más profundo aun en lo que paso hoy.
  • Joven: (desesperado, en voz alta) Ya te lo dije, te acabo de decir todo lo que viví hoy, el señor que me ofrecía ayuda a través de su convencimiento social y la joven que me hablo acerca de la naturaleza.
  • Nuit Démence: (molesta) Te equivocas, no estás consciente de todo, o qué, ¿no recuerdas que cuando saliste de aquí corriendo ya habías mantenido una conversación con migo, o en otras palabras, ya habías platicado en la demencia con tu inconsciente?
  • Joven: Si, si recuerdo eso, pero solo fueron momentos en los que la sabana de las desesperación me acobijo completamente y es por eso que prefiero no recordarlo, pues después de eso me alegraron el día con la visión de una doncella natura.
  • Nuit Démence: Ahora resulta que tienes miedo, pero detrás de esa alegría que se alimenta con las visiones hoy manifestadas ante ti se encuentra una carga que es la que te ha puesto así, o qué, ¿ya de te olvido?
  • Joven: (un poco asustado) Me confundes, no sé de que hablas pero siento que tienes razón, hay una sensación de nerviosismo y miedo dentro de mí, lo acepto, pero no estoy en condiciones de meditar o razonar en que es lo que pasa, por favor ayúdame.
De repente la mirada en el ente femenino de la habitación cambia repentinamente, en su mirada se torna un suave matiz de melancolía pero con mucha decisión para ayudar al joven.
  • Nuit Démence: Todo tu mal radica en la obsesión por querer dar explicación a todo lo que te rodea y a todo lo que se ha venido postrando a tu frente día con día a través de los años. ¿Ahora lo recuerdas?
  • Joven: Si, recuerdo más a detalle esa conversación que tuvimos, pero aun me confunde, pues ya no tengo conocimiento de lo que en sí ha sido mi vida.
  • Nuit Démence: Es esa la fuente que nutre tu frustración, desperdiciaste tu vida tratándola de explicar pero tu tendencia humana te impidió lograrlo.
  • Joven: Pero… no es fácil, porque ni siquiera me daba cuenta de lo que hacía, todo ocurría de manera natural, como si fuera mi naturaleza el querer explicarme la vida que cuando lo hacía no lo notaba de manera profunda.
  • Nuit Démence: Entiendo, es esa o mejor dicho, esa ha sido siempre la tendencia del hombre, y no se puede culpar a la humanidad por eso, pues pensar es una de sus virtudes y quererse explicar el fenómeno de la vida es algo lógico.
  • Joven: De ser así, ¿Por qué me ha ocasionado tanto mal?
  • Nuit Démence: No es tan malo como tú crees, pues recuerda lo que te dijo la joven representante de la naturaleza, la demencia que ha sido tu castigo no es otra cosa más que una alternativa para quizás poder llegar a esa respuesta.
  • Joven: Tal vez tengas razón, tú y la joven Natur, pero ¿Por qué solo a mí me ha pasado eso, por qué a la demás humanidad no nada en el mar de la demencia?
  • Nuit Démence: Entiendo tu pregunta, y la razón es porque a diferencia de ti, cuando ellos, la demás humanidad sentía que no alcanzaba la respuesta opto por una salida muy fácil que los arrincono hacia el olvido de esa pregunta.
  • Joven: ¿Entonces ellos ya no se preguntan o mejor dicho, ellos ya no tratan de explicarse el por qué de la vida?
  • Nuit Démence: Digamos que la han ocultado tras una respuesta que ellos por medio de autoridades han impuesto sobre ellos mismo, la sociedad mundial.
  • Joven: Entiendo, eso quiere decir que la salida que ellos encontraron para olvidarse de esa pregunta fue inventarse la respuesta.
  • Nuit Démence: Exacto, eso es lo que toda la sociedad hizo desde ya hace mucho tiempo y que hoy en día sigue vigente, no con la fuerza anterior pero si vigente.
  • Joven: Creo que entiendo el por qué, pero ¿Cuál es esa respuesta que han establecido para poder satisfacer su necesidad natural de seres pensantes?
  • Nuit Démence: Inventaron el nombre de un dios, o mejor dicho, ocuparon el nombre de un dios para satisfacer esa necesidad de la que hablas, pero las cosas son aun más serias.
  • Joven: ¿Qué quieres decir con eso?
  • Nuit Démence: Ellos no solo ocuparon el nombre de ese dios para satisfacer su pregunta, sino que además vieron que podían someter a toda la sociedad ante una autoridad, pero fue tan preciso el movimiento que la sociedad  cayó en sus redes seducida por los estamentos de su moral. Pero creo que de eso ya te diste cuenta cuando se postro ante ti el representante de dicha sociedad.
  • Joven: Si, si fui testigo del desenvolvimiento social actual, es como un lavado de cerebro permitido en todo el mundo. Pero regresando ¿cómo podre yo satisfacer mis preguntas si mi demencia me hace inmune a dicho sometimiento?
  • Nuit Démence: Lo que pasa es que no te has dado cuenta, de que en realidad no necesitas contestarte esa pregunta, no es necesario saber que es la vida o que es lo que esta representa. Eso es lo que tu mente debe de grabarse bien.
  • Joven: Te entiendo, pero no sé cómo hacerlo, no sé cómo olvidarme de dicha pregunta.
  • Nuit Démence: Esa es la bendición de tu demencia, solo escucha tu corazón y veras que cuando menos te lo esperes solo te dedicaras a vivir la vida sin tenerla que explicar.
  • Joven: (aliviado) Yo siento en mi interior una grata sensación, como un presentimiento, como que algo bueno esta por pasar, pero disfrutando de la vida, ¿crees que la pregunta de qué representa la muerte nunca me aceche?
  • Nuit Démence: No tengo la respuesta exacta, pues solo soy la expresión misma de tu ser, pero recuerda a la joven Natur, lucha por tu liberación espiritual, trata de alcanzarla, con tu demencia sin darte cuenta la has acariciado, pero ahora trata de vivirla y quizás eso te responda tus dudas acerca de la muerte.
  • Joven: Creo que ahora empiezo a entender cada cosa que me ha pasado y se que cada una de ellas me ha dejado mucha sabiduría.
  • Todo se aclaraba, el mar de la sabiduría ahogaba en conocimiento la mente del joven. De la nada, el ente femenino se acerco al joven lo miro fijamente a los ojos, y en susurro le dijo al oído:
  • Nuit Démence: Exacto, solo una última cosa quiero que recuerdes, “La vida y la muerte son solo pequeños lapsos fragmentados del tiempo con los que el espíritu se divierte.
  • Joven: Pero entonces…
El silencio se hizo presente, el joven sabía lo que ella quería decir y así se quedo el silencio navegando e impregnándose en cada pared de la habitación, tanto la habitación terrena como la habitación que la mente del joven representa. Y así es, la vida y la muerte… Bueno, una lucha por la liberación espiritual es lo que el alma a través de su expresión, el arte va implementando día con día y al final, abrazada por la demencia, cada paisaje surrealista e imaginario se hace palpable aunque sea por un instante.

FIN


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